¿Alguna vez te has preguntado cómo es la labor de un intérprete en los servicios públicos?
En este artículo nos vamos a adentrar, concretamente, en el servicio de interpretación en los hospitales, destacando también la función de un traductor o intérprete jurado en este ámbito.
¿Sabías de su existencia?
Si alguna vez estás fuera de tu país y por cualquier circunstancia, estás en un centro hospitalario donde la comunicación no se puede llevar a cabo por la falta de conocimiento de idiomas, puedes acceder al servicio de interpretación, que cualquier hospital debe tener, especialmente en las zonas donde hay más demanda turística, ya que la comunicación es algo fundamental entre el paciente y el equipo médico y es imprescindible que llegue bien el mensaje. Antes de conocer de una manera más profunda en qué consiste este tipo de interpretación, hay que destacar la labor que tiene un traductor o intérprete jurado.
Un experto en esta modalidad se puede encontrar con todo tipo de situaciones, desde un parto hasta un fallecimiento, ambas con una carga sentimental densa. En casos como estos, la traducción jurada cobra importancia porque ese certificado de nacimiento o de defunción puede estar redactado en un idioma que no es la lengua materna del paciente o directamente no es conocedor de ello, por lo que necesitaría ese tipo de certificado en su idioma de origen. De igual manera, los informes médicos que se pueden generar durante la asistencia sanitaria, también deberían tener la opción de traducirse o interpretarse a un idioma que comprenda el paciente.
Por ende, la traducción o interpretación jurada también va a ser una opción para aquellos casos en los que sea necesario la oficialidad.
Los intérpretes profesionales que se dedican a este ámbito contarán con el grado de traducción e interpretación como formación básica, además de este, se necesitaría una especialización enfocada en los servicios públicos y en este caso, al ámbito sanitario, ya que estaríamos hablando de una terminología muy específica, de un trato interpersonal cuidadoso y cordial con los pacientes, y por supuesto, requiere de una preparación psicológica. Por lo que, como digo, sería recomendable contar con una formación más apropiada por todo lo que este tipo de interpretación conlleva.
Si nos centramos en la figura del intérprete en un hospital, además de demostrar una precisión léxica y semántica, una neutralidad y objetividad que toda interpretación debe tener de por sí, también trabajan condicionados por otros factores, como, por ejemplo, los sociales (el género, la etnia, la edad…), el nivel socioeconómico, así como la cultura, los estándares institucionales y la zona en la que se realiza la interpretación que es muy importante a tener en cuenta.
El intérprete también tiene que ser consciente de la responsabilidad que mantiene ejerciendo una labor tan valiosa. Estos expertos conocen sus lenguas de trabajo a un nivel suficiente como para interactuar en contextos profesionales con ellas. No obstante, estos conocimientos se deben actualizar de forma ininterrumpida para ofrecer así un servicio de la mejor calidad posible y poder captar todos los matices explícitos o implícitos. Igualmente, el intérprete debe ser capaz de cambiar de registro según se dirija a un interlocutor o a otro y de reformular el mensaje para garantizar su comprensión, si esto fuera necesario.
En este aspecto, la confidencialidad también cobra un papel importante, no solo la información que se transmite entre el médico y el paciente, sino también que el intérprete no pueda utilizarla en beneficio propio. La profesionalidad precisa de unas condiciones laborales dignas, esto también influye en la honestidad del profesional a la hora de aceptar encargos con los que se sienta preparado y cualificado y que, por consiguiente, el resultado de la interpretación sea de una buena calidad y los interlocutores puedan quedar satisfechos.
En CBLingua contamos con un equipo de traductores e intérpretes jurados que están dispuestos a brindarte la ayuda que te haga falta en situaciones como estas.